Después de 20 años en Tijuana, Jorge regresó a la CDMX hace 8 años, celebrando su oficio y alimentando su inspiración. Un muralista, de oficio, con obras en todo el mundo desde Londres hasta Brooklyn a través del Viaducto, ha inspirado y se ha inspirado en las culturas y los seres humanos que a menudo se pueden encontrar representados en su arte.

En su trabajo reciente, ha centrado su atención en los artefactos y la imaginería precolombina. A través de su interpretación única, transforma el mundo y muestra una visión de los artefactos, percibidos de otro modo, dentro de 500 años. Al hacerlo, nos permite ver cómo el ser humano de hoy se ha vuelto tan desconectado... ahora vivimos con un cuasi-robótico y automatizado la naturaleza, y la sociedad actual lo refleja. Sin intención aparente de demonizar la tecnología, impulsa a uno a tomarse un minuto para reflexionar. Se requiere una perspectiva personal, un respiro, una pausa para conversar, enfocada en temas más profundos como la conciencia humana, nuestra singularidad, identidad y el impacto que las redes sociales tienen sobre todos nosotros.